Aceptación. Una virtud esencial para recibir al nuevo Año.

En el camino espiritual, una de las virtudes que debemos cultivar con mayor esmero, es la aceptación.
La aceptación no tiene nada que ver con la resignación, pasiva y de extrema sumisión a la realidad, sino por el contrario, es una actitud que debemos desarrollar en nuestra mente. La aceptación, es una cualidad que iremos desplegando gradualmente ,a través de la práctica de la atención plena ,en nuestras meditaciones. Y está directamente relacionada con la práctica del Vipassana, con el mirar por detrás de todos los sucesos internos y externos,que la realidad ,como totalidad me ofrecen.

La aceptación está unida al desarrollo de otras virtudes, que florecerán de su mano. Es la madre de la compasión y la sabiduría, ya que sin ella el amor y el conocimiento nunca crecerán.

¿Pero qué es lo que debo aceptar ahora mismo?.

Cierra tus ojos. Respira, lenta y profundamente.

Siente las sensaciones de tu cuerpo. Todo lo que ahora surge de la experiencia corporal, obsérvalo, con amabilidad.

Descubre cada rincón de tu cuerpo a través de la atención plena . Registra las zonas más tensas y más invisibles de tu cuerpo. Lleva la conciencia hacia ellas, suavemente.

Respira, como si el aire, fuese la brisa fresca que aclara la mente, liberando tus pensamientos que pasan , aferrándose con fuerza a tu conciencia.

Observa , a qué tipo de pensamientos te aferras con más deseo, a cuáles con mayor apego. Siente cómo detrás de los pensamientos, la conciencia pura , respira.

Lleva la conciencia hacia el corazón, permite que el centro de tu pecho se abra. Siente como la carga que traes, como una piedra en el corazón, se va liberando, ahora lentamente de su peso.

Respira.

Percibe , como a medida que contactas con el corazón de la existencia, todo sufrimiento cede, abriendo la puerta, a la aceptación.

Respira. Contempla todo lo que aquí está viviendo, en este instante. Libera el pasado y no temas al futuro. Disfruta profundamente de este momento de plenitud, en que la conciencia pura y cristalina, te abre sus brazos.

Siente ...el refugio sereno y cálido de tu conciencia infinita. Permite vaciarte de todo temor, angustia o tristeza, de todo anhelo, frustración o enojo que te mantengan alejado de este instante.

Acepta todo a tu alrededor , amablemente, respirando y soltando tu propia libertad.

Contempla el silencio radiante a tu alrededor.

Vive.

Disfruta.

Ama.

Suelta.

Acepta.

Autora: Adriana Paoletta.

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