TOLERANCIA, un valor a considerar.
El propósito de la TOLERANCIA es permitir la coexistencia pacífica de las personas. Es importante, por lo tanto, para ejercer la tolerancia, reconocer la individualidad y la diversidad , lo que permite eliminar las máscaras que crean los desacuerdos.
La semilla de la TOLERANCIA, sin lugar a dudas, es el AMOR. Semilla que debe plantarse con sumo cuidado desde la más tierna infancia . Cuando hay carencia de amor también hay falta de TOLERANCIA.
La familia es la primera escuela donde se aprende a ser tolerante, luego le corresponde a la educación formal afianzarla. Ella es una fortaleza interna que les permite a las personas afrontar dificultades y disipar malos entendidos ya que la TOLERANCIA cultiva la habilidad de calmar los sentimientos fuertes y encendidos de las personas.
El conocimiento y la perspicacia levantan como un escudo protector a la TOLERANCIA de manera que el individuo permanece íntegro y contento, no se siente amenazado ni por las personas que tratan de dañarlo, ni por las circunstancias que lo rodean.
Una persona que practica la TOLERANCIA es como un frondoso árbol cubierto de frutas las que ofrece generoso aún cuando se le esté agrediendo con palos y piedras, él entregará sus flores y sus frutas con la misma intensidad de siempre.
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