Prepararse para el silencio.
Un verdadero regalo para una vida ocupada es experimentar un largo período de silencio, un tiempo en el que intencionalmente dirigir nuestra atención lejos de las prisas de las conversaciones y los compromisos, las imágenes y mensajes, y las listas y las obligaciones, y en el silencio conectar con nuestro espacio interior. En la experiencia de algunos, el silencio ha sido una imposición o castigo, por ejemplo, un padre advirtiendo a su hijo: "Cierra la boca y vete a tu habitación." El silencio en el que estamos entrando aquí es una elección libre. Este silencio es una oportunidad para descubrir cosas nuevas y diferentes. El silencio no es una falta de comunicación. Hay un lenguaje sutil que nos conecta con los demás a través de la mirada, con una sonrisa o un gesto. La fluidez en este idioma sutil llama a nuestra capacidad de observar los pequeños detalles de la vida. A medida que desarrolla...